obtener lo mejor de lo peor

Liderazgo en tiempos de crisis: cómo obtener lo mejor de lo peor

En la historia del mundo, la humanidad ha atravesado diversos tipos de crisis: políticas, económicas, climáticas, guerras, pandemias, etc. La superación de cada uno de estos desafíos ha traído cambios drásticos en el mundo y evolución, es en esos momentos cuando se hacen más necesarios los individuos capaces de asumir una actitud proactiva, identificar soluciones y acompañar a las sociedades para que puedan seguir adelante y restablecer el orden. A esas personas se les conoce como líderes.

Las empresas son pequeñas comunidades que también necesitan de estos individuos que desempeñan el rol de liderazgo y logran que las organizaciones se adapten de manera exitosa a cualquier cambio que ocurra en el mundo. Es importante tener en cuenta que la esencia del liderazgo es crear las condiciones ideales para que un grupo evolucione, se transforme y aprenda a ser autónomo, en el caso de las empresas, esto quiere decir que los trabajadores logren enfrentar el miedo a lo desconocido y enfrenten con éxito los retos de sus roles y sus actividades sin depender de un guía.

Observa-piensa-y-actúa

Observa, piensa y actúa

Un buen líder es capaz de mantener la calma en los momentos difíciles, detenerse a observar el panorama completo e idear un plan que se pueda seguir a corto, mediano y largo plazo. Un líder no sólo piensa en cómo resolver el problema actual sino que es capaz de proyectarse para evitar situaciones que puedan afectar su entorno en el futuro más lejano.

La inteligencia emocional y el liderazgo

Es importante que la persona que está a cargo sea inteligente también en lo emocional. Esto quiere decir, que sea capaz de pensar con la cabeza fría y no se deje llevar por las emociones, que tenga la empatía necesaria para reconocerlas y entenderlas y así servir de apoyo y guía a los demás si la situación es sobrecogedora para ellos. El líder con inteligencia emocional es realista y mantienen una actitud positiva ante las adversidades, reconociendo los posibles escenarios que llevan a un feliz término el momento de la crisis, lo que se reconoce como el mejor escenario. Este líder también tiene la habilidad de escuchar las necesidades, problemas e ideas de los miembros de su equipo sin emitir juicios.

El líder que no obliga, inspira

Reconocer las habilidades y debilidades individuales de todo su equipo, es otra de las competencia que debe tener un líder, de esta manera, utilizará las herramientas de todos y las aprovechará de la mejor manera, teniendo en cuenta los aspectos que deben ser fortalecidos para lograr los mejores resultados. Del mismo modo, el líder transformador debe fomentar la creatividad al momento de trabajar para identificar nuevas formas de resolución de problemas. Las tareas creativas brindan nuevas ideas y actitudes positivas, lo que funciona como un alivio en momentos difíciles y mantiene a los empleados inspirados y motivados a continuar trabajando.

La importancia de la comunicación

Lo más importante en cualquier relación es la comunicación y en el equipo de trabajo no es la excepción. Un líder tiene que comunicarle a su equipo, de forma transparente y eficiente, todo lo que esté sucediendo. Cada individuo tiene el derecho de conocer la información oficial de lo que ocurre, esto les hará más sencillo concentrarse en sus trabajos y los motivará a pensar ideas para contribuir con la empresa. Los procesos de cambio a los que llevan las crisis pueden ser desconcertantes, por eso el líder debe actuar como un guía para aquellos que no sepan muy bien qué hacer o se sientan ansiosos por lo que vendrá. Un líder se tiene que interesar por cada individuo pero sin olvidar que juntos es la forma como la empresa va a salir adelante.