¿Un buen médico es un buen gerente?

¿Un buen médico es un buen gerente?

La administración de una clínica, hospital o centro de salud, como una empresa de cualquier otro rubro, requiere de habilidades y conocimientos técnicos que trascienden la especialidad médica, debido a que las tareas por desarrollar distan de las que un profesional de la salud realiza día a día.

El blog de la Cámara Minera del Perú, en su artículo Gerencia de la salud: ¿qué es y cómo funciona?, destaca algunas habilidades gerenciales imprescindibles en el campo:

  • Habilidades analíticas: Indispensables para valorar todos los factores, tanto internos como externos, que influyen en la organización y para tomar las mejores decisiones estratégicas.
  • Habilidades técnicas: El profesional debe saber manejar programas informáticos especializados y tener competencias TIC, para el análisis de información, la elaboración de informes o la gestión de presupuestos. Además, deberá tener habilidades derivadas del conocimiento de las leyes y normas que rigen para su campo.
  • Habilidades interpersonales: Las habilidades blandas siempre son necesarias, más aún en cargos gerenciales y administrativos. Estas permiten comunicarse de forma efectiva con otros individuos, ya sea con los miembros de su personal, de la comunidad o gubernamentales.

Si bien el médico que lidera un establecimiento de salud tiene la gran ventaja de generar confianza, trabajo cooperativo y respeto entre sus pares, dichas cualidades no son suficientes, ni mucho menos garantía de éxito, en el momento de tomar decisiones que involucren los aspectos legales, financieros y gerenciales que componen una organización.

El artículo La importancia de la administración de salud, del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana (México), lo resume de la siguiente manera: “La obligación del directivo de la atención de la salud es que en sus instituciones se presten servicios oportunos al menor costo y de la mejor calidad posible, considerando al paciente como individuo, como integrante de una familia y como miembro de la sociedad”.

De manera más específica, se podrían definir las siguientes capacidades básicas que un gerente o administrador de la salud debe tener:

  • Toma de decisiones a partir de análisis circunspectos de riesgos y beneficios.
  • Diseño y planeación que conduzcan al cumplimiento de los objetivos establecidos para la organización.
  • Monitorización del desempeño de las estrategias implementadas y corrección de posibles fallas.
  • Orden y registro de tareas y responsabilidades generales dentro de la institución.
  • Evaluación y retroalimentación que permitan la redefinición de estrategias y tácticas.
  • Capacidad de dirigir a través de la motivación y liderazgo, características imprescindibles de todo profesional que aspire llegar a cargos gerenciales.

El conocimiento médico y la experiencia representan una autoridad importante en las decisiones que se tomen dentro de un centro de salud. Sin embargo, el deseo y el sentido común no son suficientes para desempeñar cargos que requieren de una formación profesional enfocada hacia la administración de servicios de salud, sobre todo cuando hay de por medio el éxito de toda una institución.