En los últimos meses nos hemos enfrentado a nuevos desafíos y hemos cambiado la rutina diaria a un ritmo sorprendente. Tuvimos que quedarnos en casa y evitar algunas actividades que creíamos esenciales: Reunirnos con otros, ir de compras o incluso dar un paseo con la familia… aún así, podríamos decir que somos afortunados, estamos vivos y podemos contar esta historia sin precedentes, no todos han tenido la misma suerte…
El ser humano es un ser social por excelencia, las relaciones interpersonales les permiten a los individuos construir sus personalidades y círculos de apoyo, y vivir encerrados, podría significar un cambio radical para algunas generaciones. A todos nos han pasado los malos momentos, pero algo muy diferente es enfrentar una situación difícil y compleja como la actual, durante un tiempo prolongado. Este momento es EL MOMENTO de cuidar de nosotros mismos, no solo de nuestra salud física sino también de nuestra salud mental.
Esta recomendación es especialmente importante para los soldados que han tenido que luchar esta batalla incansablemente, para aquellos que han tenido que enfrentar al enemigo invisible día y noche, cuidando de los pacientes infectados con Covid, velando por administrarles los mejores tratamientos y esperando, como todos nosotros, lo mejor, por supuesto ellos son los trabajadores de la industria de la salud, los héroes de esta guerra.
¿Qué es el PTSD?
Todo evento traumático tiene una o múltiples consecuencias, y una de ellas es el PTSD (trastorno de estrés postraumático), y es justo este momento histórico que estamos viviendo, el que está encendiendo las alarmas de varias organizaciones en el mundo, que ya están notando la relevancia del tema.
Una de ellas es el Centro Nacional para el PTSD, que es parte del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos. En este centro están desarrollando recursos especiales relacionados con COVID-19 y los están construyendo con un enfoque en los trabajadores de la salud para cuenten con las herramientas para cuidarse a sí mismos, así como lo hacen por los demás.
Cuando los profesionales están evaluando a un paciente para el TEPT, buscan un patrón de cuatro tipos diferentes de síntomas. Esto es lo mismo que se debe observar en el personal de salud, si existe la posibilidad de que estén sobrecargados por su trabajo durante el Coronavirus.
Estos síntomas incluyen a las personas que tienen reacciones intrusas, que se describen como pensamientos y reacciones emocionales a los recuerdos de experiencias pasadas, como tener pesadillas, flashbacks, y la sensación de que están volviendo a los momentos del evento traumático.
Otro síntoma común es tener un estado de ánimo negativo y cambios de pensamiento. Esto significa que los pacientes son incapaces de recordar eventos, y pasan por fuertes cambios en su sistema de creencias, expectativas y sufren de una gran cantidad de culpa propia.
Algunos de los pacientes con TEPT presentan síntomas bastante opuestos, pueden desarrollar una fuerte habilidad para evitar los eventos que les recuerde una experiencia traumática, por lo que tienden a aislarse mucho.
Y finalmente, el último síntoma que ayuda a identificar el TEPT es una alteración de la excitación o la reactividad. Esto puede encender las alarmas rápidamente porque es donde las personas pueden mostrar irritabilidad y agresividad por eventos insignificantes o poco relevantes, lo que significa que pueden involucrarse en situaciones riesgosas o destructivas.
¿Qué hago si identifico estos síntomas en alguien que conozco?
Sea que se trate de un compañero de trabajo o un miembro de su familia, no se preocupe. Como plantea la Dra. Patricia Watson, del Centro Nacional para el PTSD, podemos encontrar fácilmente estas reacciones en cualquier persona si está pasando por un momento difícil.
En el trabajo…
Es necesario tener una buena comunicación con su equipo y estar atento a sus colaboradores para identificar, de manera temprana, si alguno de estos síntomas está presente. También será importante prestar especial atención a las emociones que acompañan esta sintomatología: angustia, ira, frustración y agresividad, que persistan en el tiempo, pueden significar señales de alerta.
Fortalecer la inteligencia emocional de los colaboradores es uno de los grandes retos de los líderes, y puede ser el camino para el manejo efectivo del síndrome postraumático. Tenga en cuenta que todas las crisis pasarán, todo en la vida es temporal, y si usted lo cree firmemente será más fácil que se lo transmita a sus empleados. El manejo inteligente y tranquilo de las crisis determinará el rol de cada quien y su nivel de afectación, un trabajador con altos niveles de estrés podría necesitar algo tan sencillo como descanso, o hablar de un tema que le preocupa, escuchar es una herramienta extremadamente poderosa, no la menosprecie jamás.