Desde hace cientos de años, los profesionales de salud son quienes atienden nuestras dudas y a quienes acudimos para obtener información sobre lo que sucede en nuestros organismos, y los encargados de proveer las curas y el acceso a los tratamientos.
Sin embargo, internet ha modificado esta realidad dramáticamente. Prueba de ello son las infinitas fuentes de información digitales disponibles para atender dudas y necesidades durante la pandemia del COVID-19.
El número de personas que recurren a la Internet para buscar una diversa gama de temas relacionados con la salud sigue creciendo. Y, de hecho, muchos gobiernos están presionando al sector de la salud para que publique más información en línea.
Un estudio publicado el Pew Internet & American Life Project, muestra que al menos el 80% de los usuarios de internet en EEUU, lo que equivale a unos 93 millones de estadounidenses, han buscado un tema relacionado con la salud en línea.
Con mayor frecuencia, la gente se conecta a Internet para buscar información sobre una enfermedad o problema médico específico (63%) o un tratamiento o procedimiento médico en particular (47%). También se interesaron en la dieta, la nutrición y las vitaminas (44%) y en la información sobre ejercicios o acondicionamiento físico (36%).
Otros temas de salud populares incluyen: medicamentos con o sin receta (34%); tratamientos alternativos (28%); seguro de salud (25%); depresión, ansiedad o estrés (21%) y un médico u hospital en particular (21%).
El estudio indica que la búsqueda de información médica o de salud es una de las actividades más populares en línea. Sólo el correo electrónico, que es utilizado por el 93% de la población de Internet, y la investigación de un producto o servicio antes de su compra, el 83% de los usuarios, lo superan.
En este sentido, los pacientes que tienden a buscar más información en línea son mujeres (85% en comparación con el 75% de los hombres) y son consumidores más jóvenes en relación con ciudadanos mayores. Igualmente, el estudio de Solucient afirma que las parejas casadas, de 25 a 34 años, son casi un 80% más probables a usar este medio, así como los hogares que ganan más de $100,000 eran casi 60% más propensos a realizar búsquedas de salud en Internet que los hogares que ganan menos de $50,000.
Esto implica que, al atender a nuestros pacientes, probablemente ya estén educados sobre el tema que presentan, o que estarán mucho más atentos a otras opiniones, tratamientos y puntos de vista presentados online. Como profesionales de la salud, hay que estar preparados para asumir pacientes con mayores certidumbres en cuanto a información. Por esto, es fundamental estudiar cómo transmitir mayor confianza y transparencia a los pacientes, para que confíen en las habilidades e información que les brindan los profesionales de la salud encargados de brindarles cuidados médicos.