La pandemia mundial ha desatado un caos en el sector empresarial, sin embargo, muchas compañías han demostrado saber llevar la crisis al mismo tiempo que brindan solidaridad a su comunidad, dejando su reputación en alto.
Un ejemplo de este caso es la marca PEPSI, bajo la firma de PepsiCo, que junto con otras empresas donó 5 mil millones de dólares al estado de México para su lucha contra la pandemia, un esfuerzo en conjunto que sin duda será un alivio para todos los ciudadanos. Su propósito es que exista cobertura para la población infantil en condiciones vulnerables que reside en Puebla, Baja California y Ciudad de México.
Por otro lado, Ford se sumó a la causa en conjunto con GE Healthcare con la fabricación de 50mil ventiladores en un periodo de 100 días para donarlos al estado de Michigan en Estados Unidos. Muchas personas se han sumado como voluntarios para ayudar en la elaboración de estos.
No se puede negar que estas acciones son las que mejor hablan de los valores de una empresa y su compromiso con su sociedad, pero a pesar de que podemos apreciar los ejemplos de empresas como estas, también podemos encontrar otras que no le dan valor a la responsabilidad social que toda compañía debe tener, como es el caso de una empresa española.
La multinacional de pizzas dio a conocer a principios de la cuarentena una campaña dirigida al CERO CONTACTO. Lo que para ellos era una buena estrategia de ventas, para los usuarios fue todo lo contrario y fue su misma comunidad quien se lo dio a conocer.
A pocas horas de publicar en sus redes sociales la nueva campaña para delivery, cientos de comentarios fueron enviados por los usuarios, los que en su mayoría eran quejas. Ciudadanos indignados de que en pleno epicentro de la pandemia se mantuviese abierta la cadena multinacional, exponiendo a sus trabajadores y repartidores, así como a los clientes. Comentarios de clientes exigiendo el cierre por la cuarentena y de los mismos empleados quejándose de las medidas tomadas por la empresa y de la poca solidaridad para con ellos.
A pesar de que siguen llegando comentarios diariamente, la pizzería continuó con sus pedidos a domicilio bajo el concepto de CERO CONTACTO y mantuvo sus actividades, ofreciendo incluso las mismas promociones que tenía antes de la crisis.
Casos como estos dejan ver que no todas las empresas saben manejar la responsabilidad social y la imagen de su marca, que en este caso fue deteriorada por su falta de sensibilidad con el tema. Puede que para algunas organizaciones sus prioridades sean hacer todo lo posible por no afectar sus ventas o no verse en la obligación de pagarles a sus empleados cuando no se está produciendo. No obstante, cada compañía maneja las circunstancias dependiendo de su capacidad y experiencia y lo importante es que al final del suceso las marcas sean recordadas por el beneficio que brindaron a su comunidad y no por haber sido un riesgo para ellas.