Las crisis sanitarias la mayoría de las veces toman desprevenidas a las empresas y, una de las claves del éxito es saber cómo hacer frente a estas situaciones sin dejarte derrumbar por la presión de los acontecimientos.
El Coronavirus es un virus familiar que tuvo su origen en la década de los sesenta. Aunque su origen sigue siendo desconocido, sus síntomas se traducen en diferentes tipos de enfermedades que van desde una gripe o resfriado regular, hasta experimentar un tipo de neumonía aguda. Sin embargo, la mayoría de estos virus no resultan letales para el ser humano.
A lo largo de los años han ocurrido tres epidemias causadas por esta familia de virus: La primera tuvo sus inicios en China a finales del año 2002. En total existieron casi 10.000 personas afectadas en 37 países y ocacionó aproximadamente unas 700 muertes. La segunda causó un el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio en el año 2012 y se detectó en Arabia Saudita. Sus paso dejó 2.400 afectados y alrededor de 800 muertes. A finales del año 2019 se descubrió un nuevo brote de coronavirus en la ciudad de Wuhan en China y esto supuso una alarma mundial por la rapidez con la que iba acelerando el número de afectados, pues los mismos ya superan los casos anteriores, pero el número de mortalidad es relativamente bajo.
El virus representó un imprevisto para la actividad comercial de China y, por consecuencia, del mundo entero. Cuando existe una crisis de salud de tal magnitud las empresas deben actuar de manera rápida, humana y efectiva, así estos movimientos no se encuentren estipulados en las metas trimestrales y anuales.
¿Cómo han respondido los distintos sectores al coronavirus?
Cadenas de electrodomésticos, teléfonos inteligentes, comida, entretenimiento y aerolíneas dejaron de funcionar y de prestar servicios en China:
LG y ZTE fuera del Mobile World Congress y Apple afectada gravemente:
Estos grandes asiáticos creadores de teléfonos inteligentes dejaron de asistir al mayor evento mundial para anunciar y promocionar sus próximos lanzamientos. Esto lo hicieron con el fin de no exponer a sus trabajadores a viajes internacionales donde pudieran verse infectados, así como también para cuidar el orden y el bienestar colectivo dejando de someter a los demás asistentes al evento a incomodidades debido a las noticias alarmistas. A su vez, Apple se ve en aprieto debido a que sus proveedores asiáticos dejaron de prestar servicios. Esto afecta directamente la fabricación y distribución de sus productos, por consiguiente, sus números.
Para Nike y Adidas, la mejor estrategia fue cerrar la mitad de sus sucursales en China, aunque no dio detalles de cuántas representan. El resto de tiendas físicas que permanece operando, trabajan con horario especial de media jornada, debido al bajo tráfico de consumidores en las calles. Ford, Nissan, Tesla, Honda y Toyota, también se sumaron al cierre de tiendas.
Starbucks cerró más de 2.000 restaurantes en el centro de China, fue una de las primeras en reaccionar ante la crisis. El grupo Nintendo retrasará indefinidamente la entrega de sus artículos incluyendo su nueva consola Switch. Las aerolíneas mundialmente están divididas entre las que dejaron de prestar servicios en China y las que aún confían en seguir colaborando con el traslado de los usuarios manteniendo altos niveles de higiene en los vuelos.
Aquí es donde se contraponen las decisiones: ¿Seguir produciendo con medidas de higiene o cuidar la integridad de tus empleados?
La mayoría de las marcas mundialmente reconocidas han apostado por la seguridad de su personal más allá de las ganancias. ¿Cuál sería tu decisión?