La gestión de conflictos puede abordarse utilizando una variedad de estilos diferentes. Sin embargo, en todos se requiere un conjunto de habilidades y competencias y entender cuándo es el momento adecuado para ejercitar cada una. A continuación, te traemos algunas de las habilidades y características básicas necesarias para gestionar eficazmente conflictos en tu lugar de trabajo.
Escucha activa
Esta es una habilidad utilizada por vendedores para conectar mejor con sus clientes. Sin embargo, es una habilidad igual de útil cuando se trata de manejar y resolver conflictos.
La escucha activa inicia con un enfoque intenso en lo que el paciente o compañero de trabajo esté comunicando. Presta atención también a su lenguaje corporal. Utiliza sus mismas palabras y gestos. Esto no sólo demuestra que estabas escuchando, sino que también ayudará a que se sienta cómodo porque se sentirá en un terreno conocido. También, asegúrate de hacer preguntas cuando estés confundido y enfócate en identificar los objetivos de la otra persona.
Inteligencia emocional
Se refiere a la habilidad de leer y entender tus emociones, así como las emociones de los demás. Esto es increíblemente importante para la gestión de conflictos porque evita que escalen. Si puedes interpretar eficazmente las emociones, es más fácil comunicarte con ellas sin provocarlas. Si puedes eliminar la frustración y la ira del conflicto, es más probable que la otra parte se concentre en comprometerse o encontrar una solución porque no se distrae con sus emociones.
Comunicación abierta
Normalmente, los conflictos crean una relación entre los participantes que no termina con la resolución del problema. Por lo tanto, crear una línea abierta de comunicación entre las dos partes es el mejor enfoque para fomentar una relación sana y duradera. Ambas partes pueden controlarse mutuamente y asegurarse de que ambos extremos del acuerdo se respetan para garantizar una relación a largo plazo.
Muestra la voluntad de colaborar
Dependiendo de la situación, esto puede funcionar. En la mayoría de los demás conflictos importantes, es esencial llegar a algún tipo de acuerdo entre ambas partes. Por eso, algunas veces es necesario dejar de lado el orgullo y la dureza de tu argumento.
Es tremendamente útil mostrar al otro que se está en la disposición de ceder en algunos puntos (negociar) y escuchar.
Dar prioridad a la resolución del conflicto sobre la razón
Un conflicto en el lugar de trabajo es típicamente uno que involucra más que sólo a ti mismo. Tal vez sea una llamada frustrante con un paciente enojado o un problema con un cambio de política implementado por el gerente. Sea lo que sea, la situación va más allá de ti.
Cuando intentes resolver el conflicto, es posible que tengas que dar un paso atrás y evaluar la situación de esa manera. Reconoce que, aunque tengas una opinión firme en un extremo del espectro, podría ser beneficioso ondear la bandera blanca si en última instancia mejora las condiciones para todos los demás. Solucionar el conflicto es más importante que tener la razón.