El mercado es un organismo vivo. A la par de los cambios vertiginosos de la tecnología, las empresas se han visto en la necesidad de adoptar transformaciones que las nuevas tendencias digitales les han puesto en el camino para no quedar rezagadas en un mundo cada vez más competitivo.
Es así como han quedado atrás las demandas y tareas diseñadas para autómatas; profesionales programados para hacer una tarea específica y de la misma forma durante un lapso diario.
Por el contrario, la realidad laboral actual exige de profesionales híbridos, definidos por los expertos en el área como aquellos que cuentan con una formación especializada y conocimientos transversales. Asimismo, se caracterizan por su versatilidad y un continuo deseo de aprender a medida que su contexto se lo exige; ven los cambios como una oportunidad de progreso, mas no como óbices.
Cambridge Institute, precisamente, destaca las aptitudes y actitudes que diferenciarán a los profesionales competitivos, capaces de aportarles un valor agregado, no solo a la organización, sino a su propio perfil:
- Flexibles y con capacidad de adaptación: Las empresas necesitan profesionales flexibles, versátiles, que desarrollen su trabajo en situaciones continuamente cambiantes y que cuenten con capacidad de aprendizaje.
- Personas organizadas: La pandemia planteó un escenario impensado para todos los sectores económicos. El teletrabajo se convirtió en la modalidad que evitó una interrupción total de las actividades laborales. Por lo tanto, obligó a los profesionales a tener una mejor organización y optimización del tiempo, con el fin de que la productividad no se viera menoscabada.
- Competencia tecnológica y digital: Actualmente, conocimientos en inteligencia artificial, big data y ciberseguridad serán un factor diferenciador en cualquier organización.
- Personas creativas e innovadoras: Por más tecnificadas o robotizadas en las que se hayan convertido algunas tareas, otrora manuales, la creatividad e innovación seguirán siendo valores exclusivamente humanos. Está en las manos de cada profesional convertir dichas cualidades en sus mejores aliadas.
- Disciplina y responsabilidad: Aunado a la flexibilidad, liderazgo y capacidad de adaptación, los nuevos profesionales deben caracterizarse por ser disciplinados y responsables, buscando siempre nuevos conocimientos a través de una constante formación académica.
- Conocimiento de idiomas: El manejo de otros idiomas siempre será una herramienta poderosa de diferenciación y versatilidad, pues en un mundo cada vez más conectado, el dominio de un idioma extranjero les permitirá a los profesionales más avezados invisibilizar las fronteras.
Los profesionales versátiles o híbridos crearán sus propias oportunidades en un mercado laboral en permanente transformación, a través del fortalecimiento de las habilidades digitales y la profundización en conocimientos humanísticos.