El emprendimiento es una opción que, tarde o temprano, merodea la cabeza de aquellos que desean alcanzar una independencia financiera o que, simplemente, han querido materializar una idea ingeniosa y potencialmente redituable, pero aún no se han atrevido a hacerlo.
En tiempos de pandemia, la oportunidad de emprender ha trascendido las situaciones anteriores y se ha convertido en un recurso crucial para sobrevivir a una de las crisis económicas más fuertes de los últimos años.
Sin embargo, el deseo no siempre es suficiente para que las cosas resulten como uno las espera. El ímpetu inicial puede llevar a que se pasen por alto aspectos necesarios en el momento de acometer un negocio, trayendo consigo perjuicios, no solamente financieros, sino también sicológicos.
Por estos motivos, cabe mencionar los cinco errores más comunes que comete el emprendedor novato:
- Empezar sin un plan: Toda idea, por ingeniosa que parezca, requiere de una hoja de ruta para ser ejecutada. Sin un plan de negocios sólido y preestablecido se dificultará la toma decisiones, ya sea para lograr un crecimiento gradual o para sortear obstáculos que se presenten en el camino.
- Carecer de roles definidos: Así la idea haya sido concebida de forma individual, la materialización de la misma depende de un trabajo en equipo. Por lo tanto, cada miembro que tenga una participación en el emprendimiento debe tener claras sus responsabilidades y las cualidades necesarias para desempeñar su rol, algo que, generalmente, se adquieren mediante formación académica.
- Enamorarse demasiado de la idea: El fin de todo negocio es producir utilidades. Por lo tanto, un apasionamiento excesivo por la idea puede llevar al emprendedor a ignorar consejos útiles y soslayar errores.
- Subestimar la investigación de mercados: Tal vez sea la falla más común entre los emprendedores. Un desconocimiento del mercado no permitirá definir un target específico y, asimismo, no se sabrá si el producto o servicio que se ofrece realmente les aporta un valor a los clientes.
- Desconocer las obligaciones legales: Las consideraciones legales son un conocimiento que se debe adquirir desde el inicio, pues, de lo contrario, habrá sorpresas desagradables en medio de todo el proceso.
Si bien es importante tener en cuenta los errores anteriores, también es necesario ser conscientes de los aciertos que caracterizan a los emprendedores exitosos:
- Identificar las habilidades: Un negocio demanda dinero, tiempo, conocimientos y esfuerzo. Si el emprendedor no tiene las cualidades o no está dispuesto a desarrollarlas (lee el artículo Las competencias definitivas del administrador de empresas https://landing.atlantisuniversity.edu/las-competencias-definitivas-del-administrador-de-empresas/), debe replantearse la intención de formar una empresa.
- Probar la idea: Esta puede lucir muy bien en la mente, pero no garantiza que pueda convertirse en algo exitoso. ¿La gente quiere o necesita el producto o servicio? ¿Es rentable?
- Definir un presupuesto: No todos los emprendimientos empiezan con una cantidad ingente de dinero. Sin embargo, lo más recomendable es determinar, desde el principio, con cuánto presupuesto se cuenta y el origen del mismo.
- Saber e invertir en marketing: Si bien el emprendimiento es un proceso de aprendizaje continuo, conocimientos en marketing offline y marketing digital (enlace a https://es.atlantisuniversity.edu/schoolofbusiness/mba-in-digital-marketing/) serán fundamentales para que el negocio tenga mayores probabilidades de éxito.
- Acostumbrarse a la incertidumbre: Esto no debe ser sinónimo de angustia constante, sino de una actitud de alerta frente a la competencia, las circunstancias del mercado y los factores externos que puedan influir en el funcionamiento normal del negocio.