En un tiempo y espacio en el que la sociedad está buscando formas de evitar el contacto directo, la tecnología de voz puede ser una gran solución. En los últimos dos años hemos visto el fuerte crecimiento de los asistentes de voz como Alexa de Amazon, Siri de Apple y Google Assistant, un claro ejemplo de este fenómeno.
Estos asistentes de voz no sólo ayudan a responder preguntas diarias, a reproducir música o a ofrecer el reporte del clima, también nos ayudan a hacer compras por internet, a encender y apagar la luz de una habitación, a controlar la televisión y regular los termostatos, entre otros beneficios en nuestros hogares.
La nueva realidad está poniendo en evidencia que el uso de estos asistentes no se limita a los sistemas conectados a nuestros hogares, ahora se están trasladando a nuestras oficinas y nos permiten trabajar de manera más eficiente.
Tal como el analista de ABI Research, Jonathan Collins declaró, la pandemia del coronavirus está haciendo surgir «una motivación e incentivo adicional para el control por voz en el hogar que ayudará a impulsar la conciencia y la adopción de una gama de dispositivos y aplicaciones inteligentes adicionales para el hogar».
De hecho, ABI Research estima que los envíos de dispositivos de control de voz para casas inteligentes alcanzaron los 141 millones el año pasado. Y para este 2020 se espera que aumente un 30 por ciento a nivel mundial.
Otros análisis de Juniper Research, también revisa estos números. Ellos estimaron que 4,2 mil millones de dispositivos están en uso este año, y el número se duplicará para el 2024.
Pero no sólo crecerán en número, sino también en calidad. Algunas otras áreas que abarcará este tipo de sistemas incluirán la seguridad y la protección. Es por eso que Collins de ABI, también espera que el software se desarrolle en cerraduras y timbres inteligentes, como una forma de eliminar la necesidad de contacto e interacción personal.
Otra área que crecerá significativamente son los controles sin contacto. En el mundo post-pandémico, tendremos una perspectiva diferente; por lo tanto, cuanto menos táctiles sean las cosas, mejor. No volveremos a ver las superficies táctiles de la misma manera, ya aprendimos que esto no es simplemente una pequeña parte de nuestra vida cotidiana.
Otros sectores que tuvieron que cambiar a partir de este virus y que están buscando formas de evitar el contacto directo, son la salud, el comercio y el entretenimiento.
Un ejemplo del desarrollo de estos sistemas de voz es de la Clínica Mayo, que utiliza el Amazon Alexa. Permite a sus pacientes evaluar sus síntomas y proporciona acceso a la información sobre el virus.
Otro ejemplo en la industria de la salud es el de los robots médicos activados por voz desarrollados por Veton Kepusha, un profesor de informática de Florida Tech, que está ayudando a limitar el contacto personal. Esos robots ahora se llaman «humanoides» y ayudan a los médicos y enfermeras a proporcionar más interacción de voz para evitar riesgos de infección.
La pandemia creó una nueva perspectiva sobre cómo prestar servicios a las personas sin poner en peligro a los trabajadores. Gran parte de ello implica evitar el contacto físico en la medida de lo posible, y los equipos de TI estarán en primera línea para desarrollar tecnologías de voz que nos permitan trabajar, comprar y entretenernos con seguridad.