Países asiáticos, como Hong Kong, Singapur y Taiwán, fueron de los primeros países con casos de coronavirus debido a su proximidad a China. Sin embargo, tienen pocos casos nuevos por día y casi ninguna muerte.
Si observamos algunos países que se vieron afectados más tarde, como Francia, España y los EEUU, todos tienen un número significativo y en continuo crecimiento de casos que han llevado a sus sistemas de salud al borde del colapso.
Por ejemplo, Italia, en alrededor de un mes desde el primer caso diagnosticado, ahora tiene aproximadamente 4000 casos por día.
Del mismo modo, los EEUU, donde el coronavirus llegó bastante tarde, es ahora el país con más casos.
Pero, ¿por qué ocurrió esto? ¿La escala de la población determina esto? ¿Es la globalización la culpable?
No del todo. Como dijo Mike Ryan, Jefe de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud, estas profundas diferencias se deben a las reacciones de los gobiernos y las sociedades para superar el virus.
Por ejemplo, si estudiamos cómo Corea del Sur abordó el virus, podemos aprender un poco sobre esas diferencias.
Tuvieron su primer caso de coronavirus a principios de enero. ¿Cómo se prepararon? En primer lugar, curiosamente, no incluyeron toques de queda o restricciones de movimiento entre sus medidas. En su lugar, desarrollaron una red de laboratorios privados y públicos dedicados a hacer pruebas del coronavirus. Además, dedicaron un enorme esfuerzo a construir centros de tránsito para que la gente se hiciera la prueba en lugar de ir a hospitales o clínicas y expandir el virus. Asimismo, aunque no impusieron cierres importantes, la gente sólo salía de sus casas para sus necesidades básicas, y la mayoría de las empresas permitían a sus trabajadores trabajar desde casa. Mantuvieron las escuelas cerradas, y se prohibieron las grandes concentraciones.
Sin embargo, Corea del Sur ya tenía una experiencia previa que les permitió prepararse para la crisis del coronavirus. El Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS) sacudió al país con 36 muertes en 2015. Desde entonces, establecieron un Centro de Control de Enfermedades permanente, y un departamento especial de pandemias para prepararse para los peores escenarios. Esos Centros se volvieron increíblemente esenciales para enfrentar el coronavirus, y los resultados están a la vista de todos.
También tomaron un paso adelante respecto a las leyes sobre el manejo y el intercambio público de información de los pacientes. Esas medidas fueron criticadas como invasivas por algunos, y probablemente tengan razón, pero su eficacia no puede ser discutida. Tienen aplicaciones que muestrann los lugares donde los pacientes afectados pueden haber estado días antes de su diagnóstico, lo que significa que indican las áreas que las personas deben evitar o hacerse la prueba a tiempo si también han estado en esos lugares.
Otra experiencia significativa de la que podemos aprender es la de Singapur.
A principios de enero, el Ministerio de Salud de Singapur dijo que el virus había llegado a la isla. Rápidamente, se estableció un control de temperatura en los aeropuertos. Las autoridades también avanzaron rápidamente en la sensibilización. Pronto, aislaron los casos potenciales e iniciaron un rastreo de contacto de los pacientes detectados, tal como lo hizo Corea del Sur. También aislaron casos potenciales en hoteles y universidades, y dejaron los peores casos en hospitales para evitar el colapso del sistema de salud.
En conclusión, los casos más exitosos de lucha contra el coronavirus no han aplicado necesariamente toques de queda o cierres totales (aunque han sido recomendados por la OMS y parecen necesarios en la mayoría de los países), pero tienen dos características: 1) rápido aislamiento de los casos sospechosos y confirmados y 2) pruebas generalizadas. Este debería ser el camino a seguir por los países que luchan contra la pandemia.