El 5 de mayo de 2003 el mundo de las redes sociales conoció a un nuevo integrante, LinkedIn. Creada por Reid Hoffman, Allen Blue, Konstantin Guericke, Eric Ly y Jean-Luc Vaillant, con el propósito inicial de contactar a profesionales entre sí y con empresas, LinkedIn ha expandido sus funciones acorde con las necesidades y oportunidades que los mismos usuarios han encontrado a lo largo de estos 17 años.
Su vertiginosa evolución ha ido de la mano con las iniciativas propias que Microsoft ha implementado en la red social desde su compra en 2016 por $26 millones de dólares. Con 575 millones de usuarios, LinkedIn es la mayor red profesional del planeta; razón suficiente para aprovechar los beneficios que esta ofrece en la búsqueda de nuevas opciones laborales, promoción de servicios profesionales o simplemente en la construcción y fortalecimiento de la marca personal.
Sin embargo, las herramientas que ofrece una red social solo tendrán sentido según el provecho que el usuario extraiga de ellas. En el caso de LinkedIn, estas son algunas recomendaciones para conseguir un perfil optimizado:
- Elige la foto indicada para el perfil: La foto de perfil en LinkedIn es la tarjeta de presentación. Aunque no se trata de otorgarle una preponderancia al aspecto físico, la fotografía es lo primero que los contactos y las empresas ven del perfil. Por lo tanto, es importante mantener esta imagen actualizada, con un fondo neutro, iluminada, nítida y vistiendo lo que te pondrías en un espacio laboral. Jane Fleming, mánager digital de LinkedIn, hace una recomendación contundente: “Sonríe con los ojos”.
- Deja que la cabecera hable por ti: La cabecera es la oportunidad que tiene el usuario de hacer una descripción propia, convincente y atractiva. Si solo aparece información general, se estaría desaprovechando la opción de incluir datos que los demás podrían considerar interesantes y llamativos. Jane Fleming sugiere escribir un poco sobre cómo ves tu profesión, qué te apasiona de la misma y qué te hace diferente de los demás.
- Completa todos los datos de tu experiencia profesional: El primer paso para establecer una diferencia es ir más allá de lo que hace la mayoría. Una buena forma de innovar en este ítem es manifestar por qué tus habilidades y conocimientos son relevantes en tus campos de acción, así como el valor agregado que dichos aspectos ofrecerían en una organización o servicio. Los expertos en marca personal comparan este ejercicio con el que se hace en marketing de contenidos.
- Amplía regularmente tu red de contactos: LinkedIn es, ante todo, una red social, y como tal funciona de igual manera que las demás. Sus beneficios serán visibles en la medida en que busques y agregues personas con las que compartas experiencias, afinidades e intereses profesionales.
- No abandones tu perfil: En lo que respecta a visibilidad, LinkedIn prioriza los perfiles que se mantienen activos. Una constante actualización del perfil, publicación de contenido interesante e interacción con tus contactos te dará más posibilidades de alcanzar los objetivos que te hayas propuesto.