En los últimos veinte años, la tecnología de la información sanitaria ha cambiado radicalmente la forma en que se prestan y gestionan los servicios de salud. El software y los dispositivos se encuentran en prácticamente todos los departamentos de hospitales y consultorios.
Sin embargo, ese viaje no ha estado exento de fracasos y controversias, y la sistematización de los datos es uno de los factores que más discusión ha generado.
Uno de los temas de mayor preocupación ha sido el de la privacidad de los datos. Esto se debe a que las violaciones de la seguridad de los datos son tal vez el mayor desafío.
No tomar las medidas adecuadas perjudica enormemente tanto a pacientes como a las entidades prestadoras de servicios de salud. Basta con que alguien deje una base de datos sin encriptación o con contraseñas abiertas, o que un ordenador portátil con bases de datos de pacientes sea robado para que miles de datos se encuentren expuestos.
Otro gran problema ha sido que los departamentos de tecnología se apresuraron a realizar las implementaciones, pero se han quedado atrás en la optimización de los sistemas para mejorar la eficiencia de la documentación y la realización de pedidos. El resultado son sistemas poco manejables que fatigan a los usuarios y dificultan la completa sistematización de los datos.
Esto a su vez trae una consecuencia grave: El intercambio incompleto de registros. Largas horas por parte del personal de salud frente a un computador con sistemas no optimizado llevan a fatigas que impiden el traspaso de datos o la transferencia incompleta de los mismos al sistema.
Ahora bien, tener una experiencia integrada en la que los médicos podrían compartir fácilmente los registros es una de las primeras promesas de los sistemas de registros sanitarios electrónicos.
Sin embargo, los proveedores de sistemas han dificultado la interconectividad entre ellos. Pero debido a la presión de la industria y la política, los vendedores están empezando a abrir sus sistemas a los intercambios de información sanitaria estándar de la industria.
Y, finalmente, una grave desventaja es la no sistematización plena de los datos. Esto hace referencia a la deliberada exclusión de algunos datos al sistema.
Esta situación viene acompañada de la falta de capacidad de algunos sistemas de reconocer y advertir al personal de salud de recetas duplicadas e interacciones de medicamentos. La omisión del personal de salud, así como la falta de adecuación de los sistemas puede producir que algunas personas con problemas de adicción continúen “favoreciéndose” y logrando obtener dobles dosis de una misma medicación, por ejemplo.
Puede decirse que la tecnología en sí misma no tiene fallas, los unos y los ceros se alinean. Sin embargo, parte del problema es el fracaso de los líderes de la tecnología de la información a nivel local, regional y nacional para presionar con más fuerza el uso de sistemas que faciliten y promuevan sistemas intuitivos y de fácil manejo.