Mientras las noticias sobre el coronavirus siguen llegando como un rayo, nuevas aplicaciones y softwares de salud también aparecen. Algunas de las tecnologías buscan rastrear y monitorear los casos e individuos infectados y su contacto con las personas que los rodean.
Todo esto puede ser muy útil para prevenir más casos. ¿Pero esto significa que todos nos despedimos de nuestra privacidad?
¿Estamos realmente dando un cheque en blanco a los gobiernos para que tengan acceso a nuestros datos personales?
Bueno, esas son algunas de las preguntas que se nos ocurren cuando escuchamos que los investigadores de Corea del Sur pueden rastrear a las personas que podrían haber tenido contacto con un paciente infectado en apenas 10 minutos. Lo has leído bien. En sólo diez minutos pueden revisar sus datos personales y marcar a su familia, amigos y colegas.
Pero no están solos. En Israel, la inteligencia del Shin Bet, comúnmente dedicada a rastrear terroristas, está ahora rastreando a los pacientes infectados en sus datos de telecomunicaciones. Y en el Reino Unido, la policía utiliza aviones no tripulados para vigilar las zonas públicas y evitar que los residentes anden paseando.
Otro país que sigue esta tendencia es Australia. En las provincias occidentales, los legisladores aprobaron un proyecto de ley para ampliar los aparatos de vigilancia para controlar el aislamiento de los pacientes afectados.
Definitivamente, los gobiernos están utilizando tecnología de punta para ayudar a controlar la pandemia, monitorear a los individuos y para una vigilancia especializada. Esta es la primera pandemia mundial de la era digital, y la tecnología ha sido cambiado el juego.
Probablemente nos preguntemos ¿Cuándo pidieron los gobiernos nuestro permiso para rastrear nuestros teléfonos celulares y movimientos personales? ¿La pandemia se ha convertido en una excusa para invadir nuestra privacidad?
¿El fin justifica los medios?
La invasión de la privacidad puede considerarse una abuso y una injusticia, pero ha sido clave en muchos países para prevenir grandes números de contagios. Ese es el caso de Corea del Sur, China y Taiwán. Después de los brotes iniciales, lograron aplanar la curva de infección redoblando el seguimiento y monitoreo.
Pero no tan lejos de nosotros, podemos encontrar opiniones y enfoques muy diferentes. Como los Estados Unidos y la Unión Europea tienen la privacidad y la protección de datos como derechos fundamentales, están teniendo en cuenta la privacidad en sus estrategias contra la pandemia. Los países europeos sólo vigilan mediante la escucha de datos de telecomunicaciones que ocultan la identidad de las personas. Y en los EE.UU., las autoridades también están vigilando, pero a las multitudes en general, no a los individuos.
Grandes empresas, como Apple y Alphabet, han anunciado el desarrollo de un software que permitirá a los funcionarios de salud hacer ingeniería inversa a los pacientes afectados, solo sí, ellos aceptan proporcionar esa información.
Muchos países están utilizando medidas invasivas para luchar contra el virus. Sin embargo, en el mundo occidental, la mayoría de los países están adoptando un enfoque mucho más orientado a la privacidad. Es verdad que han sido restringidas algunas libertades, pero es una medida que se ha hecho necesaria debido a la magnitud de esta emergencia.