Mientras el tiempo parecía detenerse, la cotidianidad humana debía seguir su marcha. En un nuevo orden ecuménico, por causa de la pandemia del covid-19, las actividades rutinarias adquirieron dinámicas y recursos que poco se habían aprovechado hasta el momento. Para ello, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han desempeñado un papel fundamental en diferentes niveles de intervención y accesibilidad.
En julio del presente año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destacó la importancia de las tecnologías en el intercambio de información para salvar vidas, en la identificación de noticias falsas, en el aprovechamiento de las herramientas educativas para el aprendizaje virtual, entre otros usos, cuyos avances se preveían para desarrollarse dentro de varios años, durante la pandemia han tomado tan solo unos meses en concretarse.
Asimismo, de manera subrepticia, pero simultánea, las soluciones digitales en ámbitos laborales, educativos, comerciales y de entretenimiento, más allá de facilitar la vida diaria de millones de personas, han sido preponderantes en la lucha contra el covid-19, pues han contribuido en el distanciamiento físico y en mantener cierta regularidad en el funcionamiento de los sistemas socioeconómicos.
Esto puede evidenciarse en datos suministrados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Por ejemplo, entre el primer y segundo trimestre de 2020, el uso de herramientas para el teletrabajo tuvo un aumento del 324 %; la educación en línea, más del 60 %.
No obstante, limitar la funcionalidad de las TIC a tareas domésticas sería plantear una visión reduccionista de las múltiples alternativas que ofrecen las tecnologías de la información.
Por lo tanto, la web Observatorio de RRHH pone sobre la mesa situaciones que serían tendencia una vez sea superada la emergencia sanitaria:
- La realidad aumentada, como factor clave del distanciamiento social, en la realización de conciertos, espectáculos deportivos y eventos masivos en general.
- Inteligencia artificial y Deep Learning en la simplificación y reducción de tiempos en el diagnóstico de enfermedades.
- Big data e IA en las tareas logísticas y de inventario en los modelos de comercio electrónico.
- El sector bancario y los pequeños comercios tienen una gran oportunidad de crear sinergias estratégicas, a través de aplicaciones, bonificaciones y hasta productos físicos, para incentivar y facilitar la compra a negocios locales, agentes imprescindibles en la reactivación económica de cada país.
En escenarios como estos, que ya son una realidad, los profesionales de las diferentes áreas relacionadas con las TIC tendrán mejores oportunidades dentro de un mercado que requerirá, más que nunca, de sus conocimientos y gestión.